La pandemia se ha llevado a muchas personas queridas. Queremos que su recuerdo permanezca con nosotros para siempre. Por eso, el pasado domingo plantamos un árbol en memoria de cada uno de los 768 clientes fallecidos por COVID-19, en el aniversario del estado de alarma.
En cada árbol, se ha colgado una tarjeta de papel semilla con una frase en memoria de las familias que, con el tiempo, acabarán convirtiéndose en flores que brotarán a los pies de los árboles. Tras este gesto simbólico, la compañía recogerá las frases de todas las familias de clientes finados a causa de la COVID-19, y organizará una acción de voluntariado con sus empleados para ir a colocarlas en el resto de los árboles. Los recordatorios también se recopilarán en una web conmemorativa.
Este bosque memorial está situado en una finca privada cerca de El Bruc (Barcelona) con vistas a la montaña de Montserrat. El área sufrió un grave incendio en 2015 y esta plantación contribuye a restaurar la biodiversidad del espacio.
Esta acción de restauración forestal se enmarca en el compromiso que tiene la compañía de plantar un millón de árboles de aquí a 2030, dentro de su estrategia de lucha contra el cambio climático “Planeta Salud”. De hecho, este bosque memorial es el primero de otros que se plantarán en varios lugares de España.
La plantación, que se ha realizado en colaboración con Volterra y el proyecto europeo LifeTerra, cuenta con ejemplares de especies autóctonas, como encinas, robles carrasqueños, enebra, pino carrasco, cerezo silvestre, algarrobo y olivo silvestre, además de arbustos que contribuyen a la biodiversidad del espacio.